Desde pequeño la creatividad jugo un rol importante en mi vida.  La falta de concentración en la realidad me hacia intuir que algo ausente en ese plano hacía que mi interés no me permitiera prestar atención. Fue así  que empecé a dibujar más mundos de los que ofrecía la cotidianidad y poco a poco comencé a aprender a usar la llave que te permite volar cada vez que es necesario.

 

Tiempo después mi curiosidad me llevo también a explorar entornos digitales y a tomar cursos de diseño gráfico para complementar mis procesos. Fue en esa época en la que "Mouche" salto de mi cabeza al mundo real en donde comenzó a contar su aventuras una a la vez y desde aquel entonces no ha parado de volar ni un solo día.